2006. Florida. El Show de Shamú en Sea World. Antes de que comenzara el espectáculo, los entrenadores explicaron cómo entrenan a las majestuosas orcas. Se coloca una barra debajo el agua. La ballena está entrenada para saltar sobre la barra. Mientras la ballena obedece la orden, un puñado de peces lo espera en el otro extremo de la piscina. Si la ballena navega debajo de la barra, no hay recompensa.
Nestor susurró una simple oración que decía algo así: “Señor, si los humanos pueden controlar a estas enormes bestias y dirigirlas a obedecer un cierto mandato para animar un comportamiento deseado, muéstrame cómo puedo criar a mis hijas de tal manera que pueda animar un comportamiento piadoso”.
Los Lima obtuvieron dos ideas fabulosas: “Puntos de Poder” (un sistema de recompensas diseñado para fomentar el buen comportamiento) y “Conversaciones de Poder” (conversaciones de diferentes tópicos para inculcar valores bíblicos). Tan pronto como regresaron de su viaje, Nestor presentó estas dos ideas como un nuevo juego que jugarían en familia.
Durante las cenas familiares, comenzaron a mantener conversaciones regulares con sus hijas, que tenían entre tres y cinco años en ese momento. A través de “Conversaciones de poder”, proveyeron mentoría y orientación a sus hijas con principios para una vida exitosa. Los resultados fueron sorprendentes: notaron un crecimiento personal increíble mientras se formaba un fuerte vínculo familiar.
A través de este proceso, descubrieron que la crianza efectiva se basa en la relación. Años más tarde, decidieron compartir su historia y escribieron el plan de estudio, Más Que Padres: cómo edificar una dinastía bíblica. Su pasión se convirtió en su misión: ayudar a los padres a conectarse efectivamente con los corazones de sus hijos como proveedores, mentores y orientadores.